viernes, 25 de junio de 2010

SEVEN LOW




Me había propuesto escribir ese próximo post del que os hablé hace ahora unas semanas -las veo pasar y aún así pierdo el tiempo en cualquier cosa, me surgen compromisos- antes de llegar a estos extremos, a este séptimo aniversario del blog. Sabía que todavía estaría cuando los blogs fueran ya tan uncool de la muerte como yo misma, aún con un seguro mínimo de lectores histórico y una actualización de pena, aquí estoy.

El microblogging en redes sociales varias, el comentar en blogs ajenos porque me apetece y mi continuo xisquear* en el feisbuk hacen que mi pensamiento se disperse aún más que de costumbre, que me cueste mucho ponerme a escribir líneas y líneas de repente, como ahora, que lo hago casi porque no me queda más remedio.

Además está la melancolía renovada, fuerte como un roble, gracias a las circunstancias que todos conocemos y a otras añadidas, como el estar like a bird on the wire desde hace tantos meses, el ya no tener muchas ganas de entretenerse con libros o música o series o las cosas que te gustan y que han perdido ya el sentido de hacerse, que la única mierda de curro que conseguí fuera exactamente eso e incluso peor, un puto campo de concentración en el que ni siquiera me dejaron quedarme. Podría ser que fuera demasiado inteligente para hacer algo tan mecánico y falto de lógica alguna, que no le arreglaba nada a nadie, podría ser que no valiese para acatar órdenes sin sentido y eso quizá sea bueno, después de todo.

Como positivos, al final mi madre se encuentra bien aunque cuando vino el otro día parecía muy frágil, tan delgada como cuando era mucho más joven, pero con el pelo blanco y ya con muchas arrugas, hasta intenté levantarla de un asiento del metro pensando que no podía, pero dijo que encara me puc aixecar tota sola!** y le gustó mucho el bigote ministerial de Don @Arredro, sufrido consorte de esta Best Drama Queen of 2010 mucho más guapo y delgado que servidora, según esa gran amiga de la sutileza que tengo por progenitora. Luego le sorprenderá que le prohíba terminantemente que se haga un feisbuk y me añada, porque necesito mi espacio y NO puede estar con mis amigos y si quiere hacérselo, que sea con otras señoras de sesenta años.

Y están mis cosas, esta fantasía de estar creando algo valioso pero ser en realidad una voz en el desierto, que ahora podrá ser un hilito quedo musitando lamentaciones, pero al menos puede estar bien hecho, puede incluso conseguir una cierta belleza y conectar con las inquietudes de otras personas, que no es la intención de esta nota improvisada sin apenas elaboración, por ejemplo. Me refiero a otra clase de posts.

Seguiré con uno de esos que tengo a medias esta semana, aunque sea tan probable que acabe siendo "el post de julio" y casi prefiera que un trabajo no me lo permita; gracias a los que me sigáis leyendo, aunque ahora mismo me parezca que estáis como unas maracas. Ya sabéis que yo no voy a ser menos.

*Término acuñado por Doña Be, a la que le cuento los resultados de mis investigaciones en inet, lo sé todo de todos, sois mogollón de discretos. Si hay por aquí alguna agencia de detectives, contrátame socio.

**Aún puedo levantarme sola.



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