jueves, 25 de junio de 2009

CABREO CONMEMORATIVO




Me temo que esta no va a ser manera de celebrar los seis años de mi blog, no escribiendo casi nada comparado con fructíferas épocas anteriores; no es por falta de tiempo, ya que llevo en paro desde primeros de año y además soy indisciplinada y vaga como poca gente; tampoco por falta de ideas, más bien sería por un exceso de las mismas, mi mente es una suerte de película interminable que he intentado cortar aquí y allí para obtener no uno, sino incontables posts diseminados por mi carpeta de documentos, uno con una línea, otro con una perorata interrumpida, otro que ahora me parece una tontería etc., y así sucesivamente. Tendré unos cinco o seis, más los tres o cuatro que se me ocurren de madrugada, mientras pierdo el tiempo mirando y haciendo chorradas, echando el ojo rojo al infojobs, viendo la mierda de ofertas que hay, planificando el resto de mis vacaciones forzosas antes de acabar trabajando en septiembre en cualquier cosa horrible con una pandilla de idiotas que sólo viven para trabajar o para creerse los diarios gratuitos y con los que me veré obligada a relacionarme.

He estado leyendo, sí, la trilogía de "El Martillo Cósmico", de RAW, pero lejos de divertirme, no ha hecho más que azuzar mis paranoias acerca de la misoginia más o menos encubierta reinante, de cómo se ha demonizado el término "feminismo" asociándolo de forma ineludible a un seguro radicalismo con el claro fin de desprestigiarlo y ver cuánto se le puede hacer retroceder para mantener un mínimo de cómodas oligarquías, acusándome de pensar que todos los hombres son unos cerdos o de odiar a Shakespeare sólo por declararme feminista y no "mujer sensata", como si no hubiese ni matices ni grados ni nada, como si me conociera tanto a mí o a otras para decir que pensamos así por narices. Tanto hablar de que si el dogma entra en la mente cesa toda actividad intelectual y luego se permite ser todo lo que critica con un movimiento social que fue y sigue siendo necesario, y que naturalmente, tiene sus radicales y sus errores, como cualquier sistema de creencias, ideología o cualquiera de esas realidades-túnel en las que moramos dolientes aquí y ahora, y no como él, que todo lo sabe y todo lo ve gracias al LSD. Quizá esto es lo que más me ha preocupado, aunque su capítulo sobre lo dominados que estamos todos por las hormonas sin remedio ni autocontrol posible y sin tener en cuenta otras variables, o cosas como hablar de un amigo suyo gay y decir que no está tan a la defensiva como sería esperable en un homosexual pues tampoco se quedan atrás, y luego dice que ha superado su educación católica. Y unos cojones, ha cambiado a San Patricio por James Joyce y poco más, con todo respeto, no era usted tan cool como se creía, Sr.Wilson.

El mayor problema de este hombre, de notable inteligencia, sin embargo, es que desea explicarse y explicarnos lo que es el mundo, al completo, y se atribuye un margen de error mucho más pequeño del que realmente tiene, sobre todo cuando se pone a hablar de feministas, gays, quiénes luchan por los derechos de otras razas y lo políticamente correcto, cae en el error de lo que para mí serían los relativistas extremos, para los que todo es relativo y que se creen superiores a cualquiera que tenga un sistema de ideas o creencias más o menos organizado, sin ver que la creencia absoluta en el relativismo de todo puede llegar a ser también un dogma y haciendo que algunos nos hartemos de oírles un día demostrar que Dios existe y al siguiente que no existe, no es posible establecer vínculos reales ni discutir nada -es más, no vale la pena- con quién nunca está hablando en serio ni exponiendo su opinión de forma honesta, bien por vanidad, bien por inseguridades o incluso algún tipo de trastorno mental, llegas a preguntarte si esta gente ha sentido o pensado algo de verdad en su vida.

Este señor intenta blindar su discurso como sea y claro, no lo consigue, porque eso es imposible, nadie puede hacerlo, acaba cayendo él mismo en todos los tipos de trampas que critica de forma incesante a lo largo de los tres tomos, el tercero es tan terrible en este sentido que casi anula los dos anteriores, al menos desde mi punto de vista. Es más, se ve tan claro que las feministas y los críticos literarios que tanto le molestan son cuatro locos que conoce del ámbito académico y que poco tienen que ver con la realidad cotidiana de tantos, es curioso que no piensa en ningún momento en la posibilidad de que todo sea porque me publiquen la tesis y que todos vean la idea tan originalísima que tengo, aunque perjudique gravemente la imagen de movimientos sociales que deben seguir funcionando y evolucionando, ya no hay que quemar sujetadores ni hace falta ser Valerie Solanas y cortársela a todos, pero en las entrevistas de trabajo siguen preguntándote de forma sutil o directamente si tienes pareja, si estás casada o que si háblame de ti, o miran tu edad para deducir de ella que vas a querer tener un hijo en breve. El problema no es que una trastornada o una irresponsable escriba chorradas con retórica trasnochada para su propio beneficio a las que nadie debería hacer caso , el problema es quiénes lo van a aprovechar para decir que eso es todo el feminismo o que un pobre y viejo jipi que añora los sesenta se sienta amenazado por sus propias paranoias y las locuras y el empezar la casa por el tejado de feministas y otros radicales superficiales y gilipollas, que claro que los hay pero no somos todos, y no se dé cuenta de las muchas tonterías que dice sólo para rizar el rizo y porque demasiadas veces se le va la olla, siendo francos, aunque claro, no sé para qué me enfado cuando ahora sí me resulta evidente porque no habría que tomarse en serio a este tío, seguramente dirán que no tengo sentido del humor pero creo que tengo todo el derecho a no reírme si no me hace gracia, en eso he pensado siempre que consistía el tema.

Y luego la consabida metaforita de la dichosa Caverna de Platón tras pasarse cientos de páginas quejándose de la lógica aristotélica, tantas contradicciones que lejos de divertirme, me entristecen y me inquietan, quizá pensé que sería alguien más razonable y se me parece más a un Graham Hancock hasta arriba de peyote un poco faltón que a un Carl Sagan. Me han hecho gracia algunas cosas, pero mi valoración final me temo que es muy negativa, no me compensa el poquito que he disfrutado, me parecen demasiado graves sus deficiencias, la verdad. Lo único que me anima un poco es pensar que tampoco es que el tío sea un intelectual prestigioso y que por una vez, los escépticos feroces, que son los que tienen todo el crédito social en este momento de la historia, podrían jugar a mi favor en este caso. Veremos si no vienen los fans del RAW este y me comen de regalo, estoy pensando en borrar o cambiar un post que escribí cuando iba por el primer tomo, pero es de las pocas ideas que me parecieron válidas, supongo que puedo quedármelas de todos modos, no me extrañaría que no fueran exactamente suyas, como una teoría científica sobre los colores que usaré en un post que es de los más acabados que tengo.

No me importa tanto que se rían del esoterismo -que por cierto, ahora se han puesto serios y a los que les llaman magufos, les llaman cienzufos, es la guerra, qué risión; estoy empezando a pensar que no me quedo ni con unos ni con otros-, que no deja de ser una simple quimera romántica más y una fuente de ficciones cuando no es una ficción en si mismo, como que devaluen inconscientemente el progresismo ideológico en general por considerarlo "dogmático", por tener sus fanáticos irreflexivos como casi todo o por una interesada malinterpretación superficial de algunos de sus aspectos o naturales errores y dificultades al intentar aplicar la teoría.

En vista de que es muy posible que no pueda encontrar nada decente hasta finales de verano, voy a buscarme lecturas más apacibles, antes de acabar saliendo a la calle sartén en mano dispuesta a completar mi errática rutina gimnástica apalizando críticos de cine, gurús del relativismo de bar, zorras de RR HH -género neutro- y cualquier imbécil que diga "Es ley de vida".



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