martes, 9 de octubre de 2007

PROPÓSITOS DIVERSOS




Dentro de una hora y cuarenta minutos tengo una "dinámica de grupo"(¿?) a la que ya llegué tarde ayer, pero no vamos a hablar de eso. Y ese es el problema, de qué tratará el próximo post.

Debido al tema tratado en los cinco o seis posts anteriores he pasado unos días ciertamente malos, y he estado leyendo otra vez sobre "mobbing", de nuevo pensando en que les debo algo, que debería ayudar a los míos de algún modo. O que soy incapaz, que cada tres trabajos me van a estar acosando, que es como si llevara un cartel y que no sé cómo contrarrestar a las personas que hacen que te sientas como un niño en una sala de radiografías, esperando que te atraviesen unos rayos que no ves y que no sabes si te van a hacer daño o no.

He estado pensando en reconducir el blog y tratar de escribir esos posts sobre cine o televisión en los que a veces pienso y que hasta tengo medio escritos, pero que nunca llegan a ver la luz, o de libros, si bien a veces se trata de que la documentación la hice hace demasiado tiempo y mis materiales se hallan a mil kilómetros de nada, en casa de mis padres.

Otra posibilidad es seguir una senda aún más tenebrosa, hace mucho tiempo que planeo escribir un post sobre algo que pasó hace ya diez años, una especie de testimonio sobre unas pijas de pueblo costero wannabe que se podría enfocar de muchas maneras, no sé si ahora es un momento adecuado, como tampoco sé si es el momento de escribir sobre el dichoso café que me crucé hace unas semanas por ahí, resultó que en ese local concreto era donde íbamos a cenar en mi primer viaje a Madrid, un equivocado viaje de estudios que jamás debí hacer.

Quizá hoy busque esa cafetería y luego escriba el post, quizá amortiguaría la sensación de que algo que ocurrió hace veinte años me sigue afectando, quisiera poder sentarme en una de sus mesas y romper el hechizo, o simplemente creer que es así, en una suerte de exorcismo naïf, muy propio de mí y de aquella niña despeinada.

Lo malo es que podría tomarse como que me sumerjo en una espiral de autocompasión, desde que hace tiempo se usara eso y mi habitual crudeza expositiva para censurarme, me cuesta hacer algo así y entonces empiezo a dudar si no habré hablado demasiado ya de eso, si no debería hablar nunca más del tema, pero entonces va el tema y reverdece simplemente porque vuelve a ocurrir y no puedo evitar relacionarlo, claro está.

Pienso que ese peligro podría conjurarse usando una óptica positiva y esperanzadora, pero ya veremos.



No hay comentarios: