jueves, 23 de noviembre de 2006

CONMIGO NO PODRÉIS




Seguramente, me voy a repetir, como los grandes auteurs tipo Allen o Lynch, pero es que tengo que cenar en paz.

Hoy he leído el enésimo artículo acusando a la izquierda en general de ir por ahí llamando fachas a otros, que somos unos ingenuos que creemos que todo el mundo es bueno, que creemos que todo el progreso debe desaparecer en favor de la naturaleza y que tendríamos mala conciencia por tener privilegios económicos; en resumen, que no podemos ser más o menos de izquierdas porque no es coherente con el vivir en un sistema capitalista, aparte de intentar imponernos su caduca visión de lo que debe ser un izquierdista, según ellos, claro. Así cualquiera.

Por no hablar de que mucho quejarse de que se les llama "peperos" y "fachas", y pretenden tratarte a ti de falso y de tonto y que te tengas que callar ante sus "incontestables" argumentos, estoy más que harta de esta clase de demócratas, la verdad. Y en este artículo se define a los izquierdistas de forma diversa, pero tanto o más ofensiva que el consabido "rojo", que si me lo llaman, hasta me voy a sentir orgullosa, mira. Y de "mitos identitarios" nada de nada, tienes una identidad te guste o no, lo que hagas con ella es otra cosa.

Y de los Ciutadans estos, no me fío, aún estoy esperando a ver a qué carta se quedan. Esto pasa por hacer un partido de broma y creerse que no iban a ningún lado, deberían haberlo previsto.

Otra cosa que me tiene negra es el hecho de que el feminismo se haya convertido en algo denostado por hombres y mujeres, aduciendo que ya no es necesario, que es muy agresivo, que ofende a los hombres, que las feministas son unas amargadas etc.

Por supuesto, existe un feminismo agresivo y excesivo que no beneficia a nadie, basta con abrir una Cosmopolitan o mirarse varios episodios sueltos de "Sexo en Nueva York"; convertir algo que empezó como una búsqueda de algún que otro derechito o la igualdad de oportunidades en otro machismo, en promulgar la supuesta superioridad de la mujer sobre el hombre es una barbaridad, y no estoy de acuerdo con que se lleve así.
El feminismo que a mí me interesa es otro, y me gustaría que fuese realmente efectivo y no la casa con el tejado más bonito del mundo, lacado de mil maneras, rodeada de señales de tráfico que representan a una chica con coletas, mientras que en su interior sigue habiendo un tipo mirando el internet al tiempo que su mujer pasa la aspiradora, por ejemplo.

Además, me asusta ver como quieren aprovechar la coyuntura los cuatro resentidos comodones de siempre, los que conocen a un par de zorras que les joden vivos y se creen que ya nos conocen a todas, algo que yo no comparto, ya que no pienso que todos los hombres sean iguales ni participo jamás en conversaciones ni en chistes en los que se traten temas como "son todas unas zorras"/"son todos unos cerdos", detesto que me envíen chorraditas sexistas sobre lo que sea, no me hacen nada de gracia y me entristecen. Sé que puede parecer extraño, pero me deprimo durante un par de horas al menos, hasta que logro olvidarme del tema de nuevo; prefiero borrar el mail, a ser posible, sin leerlo, o dejar de prestar atención, si es que no puedo poner una excusa e irme.

Es que odio los chistes, no los aguanto. Me repatea que alguien diga "vamos a contar chistes" o que me digan "cuenta un chiste", me angustia que decidan divertirse así y tener que aguantarlo, o que surja el típico que cuenta chistes, porque entonces no me queda más remedio que disimular, especialmente si estoy con gente normal. Y ya si son de estos temas, es que me entra una melancolía invencible, porque tras todas esas tonterías veo una guerra sin fin, una voluntad de no arreglar las cosas jamás.

Además, les estoy muy agradecida a todas las que han sido feministas a lo largo de la historia, si no fuese por ellas, ni siquiera podría estar aquí escribiendo, porque ni se habrían preocupado de enseñármelo.

No olvido todos esos esfuerzos anteriores, y no voy a contribuir a tirarlos por la borda porque a algunos les interese, sigo durmiendo con el feminismo bajo la almohada, por si se creen que pueden devolverme a la cocina así como así.

Además de todo esto, me espeluzna la inmensa irresponsabilidad de todos los que creen que las ideas son algo que está de moda, de quita y pon, que no significan nada en la práctica, y no piensan en sus consecuencias reales, en que ser machista, fascista, racista y otras cosas objetivamente malas para un sector de la población o bien toda ella, no es ser rebelde ni guay ni políticamente incorrecto, es que jode la vida de bastantes personas. Parece mentira que sea tan difícil de entender.

No hay comentarios: