miércoles, 17 de mayo de 2006

OPINIONES DE UNA LLAMA



Dónde ahora sólo queda un yermo lleno de vagos pidiendo resúmenes de los libros que no se quieren leer para el instituto, existió en tiempos un foro en el que no sólo la gente osaba leer, sino que encima lo discutían acaloradamente e incluso se hacían imitaciones de escritores tan curiosas como estas -una mezcla entre Eduardo Mendoza y García Márquez según propia confesión de @Arredro-, sólo para molestar a los más egocéntricos, que eran todos, por otro lado...


"¡Hurra por John Silver "el Largo" !"
Onofre Bouvila desde BCN ,prodigiosa ciudad -- Domingo, 26 de Agosto de 2001 a las 14:30.

En la cima de la cuchilla del inglés vivía la legendaria llama Paca. Pepito el gaucho soñaba cada noche sin excepción con el famoso animal. Amaba a la llama con todo su ser.
Era el suyo un amor riguroso y amable, se decía; aunque con apabullante frecuencia se hallaba fantaseando todo tipo de atentados concupiscentes, dónde hasta la violación tenía cabida. Pepito se flagelaba cuando esto ocurría y corría a decírselo a todos sus amiguitos, enseñándoles los hematomas, para que constataran su formidable moral y su voluntad de dilección por Paca. Le mostraría al animal sus intenciones; su pasión no era flor de un día. Le propondría matrimonio.

Aquella mañana saltó del camastro nada más comenzó a alborear el día. Presto vistió la chiripá color punzó, agarró su mejor vincha y ciñéndosela salió de la chacra.
La lluvia de la madrugada, había convertido el camino de la pulpería en un vericueto de légamo y guijarros que iban ensuciándole a Pepito los bajos del pantalón y su impecable calzado, que en la noche pasada había estado bruñendo con grasa de caballo durante horas.

Iba maldiciendo al tiempo y a los dioses que sin duda querían oponerse a su amor. Los dioses son seres veleidosos y ruines, se decía Pepito, seguro que ellos también andan enamorados de mi Paca.

A la altura de la pulpería observó que todavía duraba la payada, aunque los cantos dejaron de ser melódicos, supuso Pepito, en algún punto lejano de la noche. Ahora se limitaban a beber, a chancear, a balbucir, a pelear, y a magrear a Virginia Eulogia, la ramera local.
Virginia salía a tomar el aire, escapando del ambiente viciado de la pulpería, y de las manos y los apetitos de los payadores ebrios -y demás gañanes del local- cuando pasaba Pepito. Éste había solicitado sus servicios en alguna ocasión, siempre haciéndose pasar por otro. Lo presentaba como un Epígono suyo y lo llamaba Pedrito el calafateador. El puerto, o incluso el río más cercano, distaba del pueblecito pampero de Pepito más de mil kilómetros. Aunque eso no era obstáculo para la coartada del gauchito.

Pepito sorteó con eficacia los toscos ofrecimientos de la ramera y mantuvo en secreto su propósito; se felicitó por su astucia. Salió del pueblo y enfrentó por vez primera la montaña.

Lo que paso después nadie lo sabe, unos dicen que la llama rechazó a Pepito y después se lo comió, pero yo jamás encontré una llama caníbal. Otros que Pepito y la llama se casaron y viven de cumbre en cumbre predicando su amor.*

Yo por mi parte, como quiero dejar el final abierto a la imaginación del lector, para que luego no digan que presento un escrito castrantemente cerrado, les diré que ésa, es historia para otra ocasión y quizá para otro narrador...

Continuará.



*Añadido 7 de febrero de 2015.

Bueno, trataré de ser breve. Hablo de un foro de libros inscrito en una web llamada Dreamers en la que conocí a algunos de mis amigos y ya no tan amigos, y a mi señor @Arredro que no es otro que quién escribió esta imitación de escritor sudamericano que no tengo ni idea de dónde se saca, aún no he leído nada así. Entonces éramos enemigos y yo era amiga de un tipo muy poco recomendable que luego resultaría no distinguir mucho entre ficción y realidad, era un paternalista interesado que siempre me defendía con oscuros fines en mente;  menos mal que sólo hubo cosa virtual entre nosotros y corta y fantasía sin mucha base. Y sí, debería escribir un post algún día, ya son 14 años, supongo que no hay mucho peligro de nada.

Dicho esto, os aclaro que la llama Paca era yo, Pepito era el paternalista interesado y Pedro y Virginia eran su mejor amigo y su ex, una ex que supuestamente era él mismo...también estuvo bien pensar que había venido a mi pueblo a tirar una carta por mi persiana, que tuviese una charla con mi padre y le asustara tanto que me hiciera un discurso sobre "los hombres" o que me enviase un mensaje a FB para decirme lo guapa que estaba, hace no tanto. A medida que pasan los años me parece más y más raro todo lo que pasó en esos foros, y aún más que al final terminara tan bien, inconvenientes socioeconómicos aparte.

No veas tú lo que aguanté por estar en un foro, me sigo quedando de plástico con el tema. Acosadores, foros sobre mí, mansplaining continuo, hoy en día creo que lo dejaría estar, pero entonces pensaba que tenía que integrarme, corregirme, perfeccionarme, cosa que otros no tenían que hacer por lo visto. Aunque algunos sí lo hicieron, eso también, otros pues no, y a saber dónde paran.


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