domingo, 28 de agosto de 2005

PEDRITO PISCINAS



AL AZAR

MATAS, DE RODILLAS

A la ópera bufa de la piscina de Pedro J., trufada de payasos, sólo le faltaba la intervención del mayor histrión de Mallorca. Y en efecto, Jaime Matas se arrodilló el viernes pasado ante su jefe y periodista madrileño en el Consolat de la Mar. Como siempre que hace el ridículo, el president involucró en su grotesca pantomima tanto a quienes no le han votado como a quienes lo hicieron porque no les quedaba otro remedio. La vida humana implica una larga búsqueda de nuestra postura natural, con la desventaja de que, cuando la encontramos, ya no vale la pena. El mundo gira tan rápidamente que nuestro cuerpo se adapta difícilmente a su fuerza centrífuga. Tomemos ejemplo del valiente Matas, colonialmente genuflexo ante cualquiera que pueda amenazarle. Es la figura que mejor le cuadra.

Incapaz de pedir perdón a la ciudadanía por los pecados propios, el autor de Mapau y Bitel se arrodilla ante sus compinches por los incumplimientos ajenos. Como mínimo, que ambos ejecuten el ruin ceremonial cuando navegan en yate, en compañía de Bono, Zaplana y demás títeres. Allí, Matas puede recibir los latigazos de ordenanza en cubierta pero a cubierto. De paso, que aclare si va a pedirle perdón a cada víctima de un delito en Mallorca, o si un señor al que le han invadido la piscina -sin duda uno de los crímenes más aberrantes que es capaz de concebir la mente humana- está más agraviado que una mujer violada, y que no recibirá las disculpas presidenciales.

La piscinita marca el duelo de los horteras after shave y after sun contra los independentistas no independientes del arròs brut. Todos ellos confluyen en el arrodillado, lo cual da idea de la catadura moral de ambos grupos. La obscena ceremonia del Consolat no es el acto más abyecto de la democracia en Balears, sino la prueba de que los rasgos democráticos no han contaminado estas orillas. Por supuesto, cabe otra interpretación más perversa. Según ella, Matas representaría perfectamente a los mallorquines, su carácter achicado, su propensión a la humillación*. Elijan ustedes.

"Diario de Mallorca", jueves 25 de agosto de 2005

MATÍAS VALLÉS

*Doy fe, exijo una camiseta, un tatuaje obligatorio con esas palabras.


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