martes, 3 de mayo de 2005

TODO NOS PARECE UNA MIERDA



Con motivo del kafkiano lunes vivido ayer mismo, he estado recordando una pequeña anécdota, de las menos negativas ocurridas durante el infernal verano pasado: una vez vino un chico gordito que ceceaba, bastante desaseado, con las gafas veladas por la suciedad, quizá viniese de algún otro trabajo peor, no lo sé. Recuerdo que nos dió su currículum, y entonces vino la Stalinova y en vez de tirarlo, que hubiera sido algo mucho más misericordioso, apuntó que era un chico problemático y lo dejó en la bandeja.
Siguiendo la misma lógica, y poniéndonos en lo peor, en que tenga amigos en organismos oficiales, si no me han escrito "Anarco-sindicalista conflictiva" en rotulador rojo indeleble, no me han escrito nada*.

Este post hubiera podido ser muy diferente, pensaba poner a John Wayne apoyado en la puerta del porche, con el cielo azul de fondo o bien unas buganvilias como las que miré por la ventana durante tres años, pensaba pasar este verano en el recuperado paraíso de un pequeño edificio de apartamentos análogo a aquel, con otra buenaza por compañera, que ya me lo había enseñado todo, ya nos habíamos caído bien, ayer era mi primer día...pero entonces se presentó la fatalidad, en forma de caprichosa que vuelve de repente a reclamar su puesto, -lo había dejado hacía unos días "porque no tenía casi trabajo"- y al llevar tres años en la empresa, estaban obligados a cogerla, so pena de pagarle una indemnización.
Esto cuando ya te han presentado a todo el mundo, te han enseñado algún apartamento y has vendido un par de sellos, fue bastante humillante, y creo que se me llenarían los ojos de lágrimas un par de veces, incluso, la verdad es que ni siquiera me consoló que la chica me dijese que por ella la dejaba en la calle, pero que su padre era el que decidía. Se suponía que si pedía demasiadas cosas no la cogerían, que lo sabrían a mediodía, y me agarré a eso, decidí que me quedaría a comer en el puerto, aunque fuera un gasto más, ya que si decía que no, tenía horario partido y debía volver por la tarde.

Primero estaba aturdida, y no conseguí llorar a pesar de que lo intenté, no me salían las lágrimas, así que empecé a andar, sin pensarlo mucho, pasando del bus, convenciéndome de que me haría bien dar un paseo, que así la agonía de aquella pequeña ilusión sería breve, no me pasaría un par de horas sentada en un restaurante, con la tentación de pedir un martini con aceitunas además del menú.

Entonces me entraron los pensamientos apocalípticos: no salgo más a la calle, que a la próxima me asesinan, esto es una mentira, no hay ninguna inglesa, es que no les he gustado, han llamado a la Stalinova y les ha dicho que yo soy conflictiva, a ella la respetan y nunca van a dejar que demuestre que si me dejan hacer mi trabajo lo hago lo mejor que puedo, la inglesa esa se podría estrellar con su puto coche o irse a uno de esos pubs con "english staff", a ver qué les parecería que nosotros pusiéramos sólo recepcionistas mallorquines, para qué coño he aprendido yo inglés si luego ponen a nativos en los puestos de trabajo a los que optamos, qué voy a hacer yo todo el verano sin trabajar, si no me contratan ni para esto, para qué me van a contratar, porque tenían que venir los alemanes precisamente este verano, porque esta tía tiene derechos y yo no, que llevo cuatro años, no me tiro al puerto porque está muy sucio...normalmente cuando empiezo a hacerme gracia, se acaba el fin del mundo.

Lo más raro es que hacía un sol de justicia y tuve frío todo el camino, pensé que sería un frío mental, incluso, que no podía ser, que quizá me estaba afectando de ese modo. Cuando ya había elegido un italiano, me llamó la chica y dijo que la inglesa empezaría esa tarde y que si podía ayudarme en algo que la llamara. Me da a mí que esa tía no le gusta un pelo, pero claro, no puede oponerse a los designios de su ahorrativo progenitor. Sobre este punto existen ya las más variadas hipótesis: igual fue una maniobra consciente para asustar a la inglesa y que volviese rauda o igual fue una mentira porque el dueño mantuviese una breve charla con mi anterior empresa; empiezo a pensar que más que currículum, eso son antecedentes.

Me comí la lasagna pensando en que estaba muy buena, pero que me sabría distinta si supiese que a las cuatro me esperaba un puesto de trabajo. Luego envié mensajes a tres de las cuatro personas que sabían que empezaba ese día, entre ellas la que me lo proporcionó, que en estos momentos se encuentra en el que fue mi puesto, en mejores condiciones: es recepcionista y le darán más comisiones porque ella sí factura, entre otras cosas, porque le dejan. Dijo que no tenía mejor opción -esto es cierto, el socio más cabrón está de su parte y la Stalinova con ella no se va a atrever, aunque...ya veremos- , y también fue ella quién se presentó temerosa en el messenger el viernes, que tenía que decirme algo antes de que lo supiera por terceras personas, que la habían puesto en mi sitio, lo cual me confirma que me echaron no para ahorrar, sino por ser yo y gracias al desastroso y muy sesgado informe sobre mi persona que presentó.

Espero no encontrármela, porque no dejaré que me salude, saldré corriendo si es preciso, para no caer en la tentación de decirle algo lo más hiriente que pueda. No puedo permitirme caer en bajezas como "La vida ya intentó cobrarte una vez, de la próxima no te escapas", esto dicho con voz cavernosa, en referencia al tumor que tuvo antes de casarse, que si lo pensamos bien, luego al enemigo le pasa algo en serio, y pensamos "Bueno...tampoco era eso" o nos pasa a nosotros y creemos que es por haber hecho de bruja amateur. Y no tiene nada que ver, más bien suele ser por comer del buffet despreocupadamente durante años, te mueres igual aunque seas el enlace sindical más desinteresado de la historia.

También había pensado que podría decirle que ella, que tanto critica a la amante del jefe y que tan mala dice que es -joder, nunca pensé que esa tía acabaría pareciéndome mejor que alguien- no se folló a nadie para subir no por tener escrúpulos, sino por no tener cualidades para ello. Esto también está muy feo, es muy machista, pero no deja de ser una cuestión de ponerse o no ponerse a la altura del enemigo, que muchas veces pienso si eso no será un truco para que no puedas defenderte de ningún modo, y entonces sí que te sale un tumor, o una esquizofrenia, pero de la frustración.
Precisamente cuando volvía del puerto, dirigiéndome presta a armar una inevitable película de italianos en mi casa, me encontré con la amante, que me dijo "Hola", para mi gran sorpresa. Pensé en lo peligrosa que se suponía que había sido -una enfermedad acabó con su belleza, y la ajó antes de tiempo- y que al lado de la Stalinova y sus tejemanejes no tenía nada que hacer. Hasta me dio pena.

Además mi recepcionista alemana favorita** me confirmó que de haber vuelto, pensaban meterme en un armario, a facturar y hacer economato, lo decían en serio...no he firmado nada, así que supongo que si me han despedido, ya que me han dado de baja en el INEM, si la hija de la Gran Bretaña esa puede reclamar porque lleva tres años, yo más, que llevo cuatro. Tiene que ser bastante dinero, ya que tanto asustó a la gente que me iba a contratar, aunque si me va a costar más el abogado, pues paso, con todo el dolor de mi bolsillo y de mi orgullo herido. Encima me roban, joder.

Y no se acaba aquí, ya que por la tarde quedé con una compañera de clase y me enteré de que nuestro tutor es un mentiroso compulsivo y un acosador, aunque tengo mis dudas. No sé porque las tres personas que lo sabían no comentaron nada al resto de alumnos, me imagino que como solo eran insinuaciones, mensajes y proposiciones deshonestas, que no pasaron de ahí, les interesaba más la nota que les puso, por duro que sea pensarlo, si bien entiendo que igual pensarían que era una justa compensación por las llamadas de madrugada con voz de obseso.

Es una monstruosidad bastante cómica que ande pensando que porqué a mí no me acosó, como si fuera una injusticia, aunque quizá sigo pensando que algo así debió ser comentado, debatido entre los alumnos y denunciado en vez de ser celosamente guardado como un secreto de Fátima***, ahora nuestros resultados académicos no tienen valor alguno, se descubre esto y nos podrían obligar a repetir el curso.

Quizá no sea tan mala idea meterse en la lavandería de un hotel de lujo, como pensé hace años, cuando no encontraba trabajo de ayudante; mis parientes se creerían que me han jodido y me han degradado, pero yo estaría la mar de tranquila, lavando y tendiendo sábanas, manteles, toallas y servilletas sin que nadie me prestara la más mínima atención.

Añadido 10 de febrero de 2015.

*Que lo pongan y con neones, no puede importarme menos :) 

**En la actualidad, la Stalinova es la nuera de "mi recepcionista alemana favorita", supongo que un día debería escribir un post sobre eso. ¿Entonces ella estaba metida en todo eso? pues igual. 

***Mi título no valdría mucho aunque me hubieran enseñado todas las aplicaciones hoteleras existentes, da un poco igual. 


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