viernes, 18 de diciembre de 2015

BOMBA NUCLEAR A LA HOSTELERÍA BALEAR



Cómo me alegro de haber dejado la hostelería balear, o que ya no me quieran por dar mala imagen, por edad. Y porque hace prácticamente diez años que no trabajo en un hotel, ni siquiera valdría la pena por la pasta, que cada vez ha sido menos y menos tiempo, según se ha ido viendo, me temo que ser camarera, camarera de piso, más o menos lo mismo, becarios, la gente mal pagada y quemada, chanchullos cambiando de empresa, acoso laboral, pisacabezas patéticos que viven bien a gusto bajo la bota de socios de hotelera, y como si tus compañeros acaban tirándose al mar por culpa de un trabajo de mierda que no debería ser su vida ni la de nadie . Y aún tienes a  gente peleándose por ser fijos en semejante horror, definiéndose por un trabajo así, que es su vida, que si la temporada, que si verse en invierno con los "amigos" del trabajo, que sólo tengas a la gente con la que trabajas de "amigos", sin poder hablar de lo que no te satisface, vigilada, silenciada...me parece irrespirable y no entiendo cómo a alguien le puede satisfacer algo así, el estar siempre en el hotel, existir sólo para servir en verano, esa mentalidad de "los alemanes nos dan de comer", esta es la razón fundamental por la que aún siendo de esta isla, no quiero vivir aquí ni así, de cara a dar buena imagen por si el turismo, por si los turistas, que sólo tengamos eso como medio de vida, y si no, directamente relacionado.

Y lamentaría mucho que todo el país acabara viviendo así, que no me extrañaría que estuviera sucediendo ya, todos sirviendo a los viejos dioses nórdicos, que no tendría nada de malo si se valorase y se pagase, y hubiese otras opciones, pero no es eso lo que pasa. Se pretende que no te quede otra, que tengas que bajar la cabeza, trabajar 24/7 porque "sólo son x meses" y aguantar incluso que un empresario envíe sicarios a darte una paliza por haber denunciado las cada vez más penosas condiciones laborales, y los habrá que aún piensen que fue tonto, que se lo buscó, que es mejor callar. De mucho ha servido callar, ya lo hemos visto.

Supongo que habrá quién piense "no vales para esto", típica respuesta en todos los foros y comments de artículos en estos años en los que he ido a plantear si vale la pena que nos matemos por estos curros, "para esto hay que valer" y encima solía ser el que iba de mando intermedio castigador, un jefe de recepción, la típica pija que va al hotel a pasearse y a mandar gilipolleces a los trabajadores y ya, la hostia: el trabajador raso que defiende al hostelero haga lo que haga y al que sólo le falta tatuarse "Arbeit Macht Frei"... el dinero siempre está bien, qué tu vida sean ellos, sea esto, ni hablar.

Y que "no vales", no vales para estos gilipollas, yo no me valoro por un medio para conseguir ingresos, pena me da la de gente que ha destrozado emocional y socialmente este sector, que se pasan veinte o treinta años en un establecimiento y en cuanto pueden se los quitan de encima de  mala manera, o si tienen un accidente, les despiden, y aprenden esto que he aprendido yo también the hard way: ningún trabajo es toda tu vida, ni siquiera el que te gusta.

Huí una vez de esta mierda y volveré a huir, ya siempre estaré fuera.

 De todos modos, ya no creo en el trabajo como realización personal, no fastidiaría a nadie si algún inconsciente aún me contrata, pero no me quedaría horas "para ayudar a la empresa", una empresa que no es tuya y de la que no obtienes ningún beneficio, ni volveré a barrer recepciones para que se vea que "hago algo", todas esas chuminadas que las haga otra, si lo quieren, que lo valoren y que lo paguen. Ya me gustaría que pusieran una renta -y al ritmo de mecanización y automatización actual esto será inevitable- y se plantearan el currar menos horas, mientras no lo hagan máquinas, que aún serán bastantes años, quizá el resto de la existencia de muchos.

Me sorprende que por fin se hayan metido con el típico empresario de hostelería, me pregunto cuáles son los verdaderos motivos, y si sólo van a ser estos, habrá que esperar a que os veáis con 60 años trabajando por alojamiento y comida, helados en Navidades en un hotel a oscuras, porque para vosotros no hay luz ni agua, gracias que aún tenéis un techo, que os dejan estar ahí en invierno...

Entonces os daréis cuenta, por fin. Pero será demasiado tarde, yo ya habré sido feliz en mi clandestinidad y mi prenderle fuego a todo, para variar.


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