domingo, 30 de agosto de 2009

LA CARPETERA EMPEDERNIDA IV



Naturalmente, hubo más carpetas de David Duchovny, y de otros. Hacemos un inciso para presentar la carpeta “de tíos”, que era la más frecuente de ver en chicas normales o que no fuesen tan perro verde. En mi caso particular, se trataba de mis actores favoritos de cine y televisión, los modelos no me decían mucho porque no sabía cómo se llamaban, no había podido leer sus entrevistas y fantasear con lo encantadores que eran en persona ni les veía cada semana o cada vez que abría una revista de cine. El roce, incluso el imaginado, hace el cariño.

Para la portada, durante la primera temporada de “Expediente X” emitida en España, recurrí a un clásico, el sr. Bruce Willis:





Desde luego, era muy original, me temo que nadie más la hubiese hecho. La de gilipollas que me dijeron en la facultad “pero si es calvo, si es gordo”. Me hice amiga de la única tía que no dijo esas cosas, ella también era fan. Aún me despierta cierta ternura, ya que bien dirigido es un actor solvente y un buen comediante y contestó a mi carta a Hollywood con una postal firmada, a pesar de que últimamente se niegue a darse cuenta de que está en plena cincuentena y quede ya tan poquito de aquel David Addison de “Luz de luna”.

Supongo que preferían la contraportada:




La verdad es que si no se ve a Kiefer Sutherland da igual. Nunca existió, como los pósters en mi habitación de Michael J.Fox y Tom Cruise a finales de los ochenta o mis casettes de Phil Collins.
Ahí está el Duchovny más vestido, luciendo sus habituales morritos, Matt Dillon, el tío más elegante y atractivo del Brat Pack para mi gusto, Robert Sean Leonard y su mirada oscura en “Much Ado About Nothing” de Branagh, la foto más grande que pude encontrar, -ahora muy conocido por su papel de Wilson en “House”, precisamente si algo permanece son sus ojos- , William Hurt, que era un gusto muy personal a raíz de haberle visto en sus películas de los ochenta, y pequeñas fotos de los hombres del momento: Brad Pitt y Johnny Depp, siempre preferí a este último, y creo que no me equivoqué. No imaginaba que llegaría a ser tan versátil, Pitt me sigue pareciendo menos interesante, si bien recuerdo la conmoción generalizada de las chicas cuando salió en “Thelma y Louise”, al principio impresionaba.

Una mañana de ese mismo 1993, una chica llamó a mi hermana muy temprano, antes de que nos fuésemos a nuestros respectivos institutos y le dijo que Keanu Reeves había muerto, pero no se trataba de él:



"D'una en una les espelmes de cera en mans mortals s'encenen per formar un eixam de flames menudes en la boira de l'encens, i el capellà salmodia càntics de repòs etern, i els lliris funeraris amaguen el rostre de qui sigui que jeu allà, entre els lliris flotants, dins del taüt obert.

Tot és com hauria d'ésser, mai res no canviarà, mai ningú no es morirà."

Vladimir Nabokov, "Parla, memòria"

(…) De uno en uno, los cirios de cera en manos mortales se encienden para formar un enjambre de llamas menudas en la niebla del incienso, y el sacerdote salmodia cánticos de reposo eterno, y los lirios funerarios ocultan el rostro de quién sea que yazca allí, entre las luces flotantes, dentro del ataúd abierto.

Todo es tal como debería ser, nada cambiará jamás, nadie morirá nunca.

“Habla, memoria”, Vladimir Nabokov.

Usé dos citas de la biografía de mi escritor favorito distantes entre sí uno o dos capítulos, quizá fuera algo casi sacrílego –en un sentido literario-, pero meses después y tras muchos vídeos en programas de cine con el “Stand by me” de Ben E. King de fondo, me pareció bonito dedicárselas a River Phoenix, hoy en día ya nadie se acuerda de él. Está en catalán en el papel, pero me he arriesgado a traducirla yo misma, tratando sobre todo de que sonara igual.
Esto me recuerda que un día debería comprarme “My Own Private Idaho” de Gus Van Sant.



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