sábado, 13 de enero de 2007

VOLANDO SOLA





A soul in tension that’s learning to fly/ 
Condition grounded but determined to try



Había pensado en otras cosas para poner aquí cuando llegara el momento de ponerse las plumas en el brazo y despegar, la imagen que me había quedado de este videoclip de Pink Floyd y que para mí siempre ha simbolizado el sueño de escapar de todo lo que no me gustaba y sigue sin gustarme; la he ido recordando a lo largo del tiempo, cuando Telebingo usaba la canción para promocionar la cuarta o quinta temporada de “Expediente X” o cuando la escuchaba en buses y coches y recepciones desiertas a las tres de la tarde.

Esas otras cosas antes mencionadas eran la música que compuso Jerome Moross para “Horizontes de grandeza”, uno de esos westerns que no os sonarán de nada, aunque quizá sí hayáis escuchado la pieza en algún anuncio de tabaco con vaqueros o el recuerdo de un libro de Roald Dahl para adolescentes titulado “Volando solo” –lo he usado para titular el post- que nunca llegué a leer y siempre me apeteció, cielos abiertos y azules, días claros en general.

Tras una Navidad bastante durilla, en la que me ha faltado la inspiración, he olvidado felicitaros el año - Molts d’anys ^__^ - y sigue sin salirme un post que tenía preparado, a ver si mañana o pasado pudiera hacer al menos éste, me gustaría dejar este blog bien provisto para cuando el tiempo y los medios puedan escasear, ya que falta sólo una semana para que el Capitán y yo empecemos a buscar casa y cobijo.

De momento, la natural tristeza por dejar a mi familia aquí ha remitido gracias a la obligada resolución de asuntos prácticos en la que ando inmersa: lo más gracioso ha sido llevar el maletón gigante de color teja adquirido ayer rodando, rodando, desde el puerto hasta mi casa, a tenor de todas las sonrisitas cosechadas. No es culpa mía si no hay apenas buses en invierno y tengo ideas de bombero.

Esto es solamente una introducción a mi estado de ánimo, supongo que pondré algunos posts a lo largo de esta semana; de momento escucho a los Smashing Pumpkins y trato de entretenerme con el post que se me resiste a hilarse del todo, ya que en fin de semana poco se puede hacer, cómo no sea seguir cosiendo infinitos dobladillos de pantalones y pensar en manifestaciones de enanitas de menos de uno setenta contra las grandes superficies…


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