QUE VOLEN AQUESTA GENT

El comercio balear advierte que la caída en las ventas de cava catalán es "considerable" 

Los distribuidores señalan descensos en la demanda de las marcas más vinculadas a Cataluña

F. GUIJARRO. PALMA.

El boicot contra los productos catalanes propuesto desde algunos sectores ha alcanzado un seguimiento apreciable entre los consumidores isleños. Desde la patronal de comercio Afedeco y desde algunas grandes superficies se señala que el descenso que se está registrando en las ventas de cava catalán es "considerable", y se advierte que está situación se registra también en productos de alimentación cuyas marcas están especialmente vinculadas al Principado, como embutidos, platos precocinados o aguas envasadas. Tanto el presidente de Afedeco, Bartolomé Servera, como el secretario general de Pimeco, Angel Pujol, manifestaron su rechazo ante este tipo de campañas. 
Ninguna de las empresas se atreve a cuantificar el descenso en la demanda de cava catalán en las islas hasta que concluya la campaña navideña, más allá de señalarse en alguna gran superficie que por ahora se sitúa por debajo del 10% mientras que desde las medianas superficies se habla de porcentajes superiores al 3%. 
Diferentes portavoces del sector comercial indican que muchos de los seguidores del boicot intentan adquirir cava balear, del que ya no quedan reservas debido a que su producción es muy limitada, o de alguna otra comunidad autónoma. Otra de las opciones, a la hora de preparar los regalos de empresa, es sustituir la bebida espumosa por vino mallorquín. 
Esta demanda de productos alternativos llevó a una gran superficie de la isla a instalar un cartel en el que informaba a sus clientes de que se exponían "estuches de regalo y cavas no catalanes", aunque finalmente ha optado por retirarlo. 
Un aspecto que se destaca desde algunos de los establecimientos consultados es que la cuota de mercado cubierta por el cava catalán es tan mayoritaria, que algunas de las personas que inicialmente manifestaban sus reticencias a adquirirlo aceptan finalmente este producto ante la escasez de alternativas. 
Como ya se ha indicado, hay establecimientos en los que también se ha detectado un descenso en la demanda de otros productos especialmente vinculados a Cataluña, aunque en niveles inferiores al cava. 
Un aspecto destacado desde Pimeco es que este boicot apenas ha tenido seguimiento entre la clientela del pequeño comercio. Además, el secretario general de esta patronal calificó de absurdas este tipo de campañas, dado que hoy en día apenas existen productos cuya elaboración se centre exclusivamente en una autonomía. 
Como ejemplo, indicó que las etiquetas de algunas de las más conocidas marcas de cava catalán se elaboran en Aragón, las botellas en Extremadura y los tapones en Murcia, por lo que los posibles perjuicios del boicot se extienden a otras autonomías.

Menor seguimiento

El presidente de la asociación de restauración, Antoni Mas, señaló que en su sector el seguimiento que el boicot está teniendo es mínimo, en parte debido a que son muy pocos los establecimientos que incorporan en sus cartas cavas que no sean catalanes. 
Mas apuntó que sí se está detectando un descenso en la demanda de vino del Penedés, pero destacó que está motivado por el crecimiento que se está dando en el consumo de vinos mallorquines y no por la campaña en contra de los productos catalanes, dado que se trata de una tendencia que ya se había iniciado antes de las propuestas de boicot.

"Diario de Mallorca", viernes, 16 de diciembre de 2005


Un comentarista -al que mantendremos piadosamente en el anonimato, por su propio bien- "mallorquín", en Escolar.net:

"Cuando Carod insulta a millones de mallorquines o valencianos, llamandolos paises catalanes, no pasa nada, y los izquierdosos ni lo nombran.
Cuando un pobre diablo pone un cartelito asi, se monta la mundial....cuanta hipocresia.

Supongo que la mayoria de los mallorquines de bien, estaran hasta las narices de que los amigos del tripartito incluyan a su comunidad en los lamentables "paisos catalans" y quieran con esa actitud fascista, imperialista, paleta y provinciana, apropiarse de lo que no es suyo.
Y por eso veo perfecto, que no compren NADA catalan.
Yo lo hago hace tiempo, y oiga, duermo mas tranquilo.Lo siento por los que no lo merecen, pero asi la proxima vez, que piensen antes de elegir a sus politicos.

P.D: He aprendido a vivir sin colacao, en los discounters venden cosas similares hechas en alemania, y a todo se acostumbra uno. Peor es ser mallorquin, y que te digan que eres catalan, porque si."



Sabía que tarde o temprano llegaría la gota que colma el vaso, junto con el momento de dar mi opinión sobre "Pasión de Catalanes" y el boicot dichoso:

Confieso que tuve mi momento Estatut en el supermercado, y que acabé comprando el batido granadino porque tiene el regustillo a helado de chocolate que me interesa y el catalán, pues aparte que no estaba segura de como sabría, valía treinta céntimos más... aunque debido al boicot pensé que podía comprar algo catalán para ayudar un poco, si bien luego me dije que no sería para tanto y que lo mejor era seguir mirando únicamente la fecha de caducidad, como siempre. La lista de colorantes e ingredientes con letras y números ni me molesto en leerla, de algo hay que morir.

Ahora, después de esta algo alarmante noticia -no parece que las ventas hayan bajado en exceso, pero no deja de ser preocupante- y sobre todo, de ese comentario, me parece que debo escribir unas palabras de conciliación y puede que hasta de ánimo, ya que estoy muy lejos de jalear o seguir semejante mamarrachada, por un centralismo más lingüístico que otra cosa, que como ya he explicado con detalle en variadas ocasiones, sería resuelto con algo de diálogo entre ambas partes y unas variaciones en la gramática oficial.

Aún no he visto ningún ghetto de catalanes en el que sólo haya tiendas con cava, caganers sustituyendo a enanos de jardín y butifarras, y todo esté en catalán de Barcelona: no podría decir lo mismo de los alemanes y sus sibilinas aperturas de grandes superficies germanas o sus zonas colonizadas aquí y allí, por no hablar de que en todo supermercado mallorquín sí hay expositores de comida alemana, no sea que se envenenen con algo del país. No sé donde habrá colacao alemán, aunque cacao inglés sí he visto, y no es que valga un euro ni dos, así que no me extrañaría nada que el cacao de los Nibelungos también costara lo suyo.

A mí también me molesta lo de los "Països catalans", no somos todos catalanes, ni nosotros ni los valencianos, y el Tripartito llega demasiadas veces a extremos de difícil comprensión, pero de ahí a mezclar churras con merinas, como diría el amigo Pérez-Reverte y creerse que todos los habitantes de una región han votado al mismo partido y que se merecen un boicot que teóricamente sólo va a afectar a sus empresas y a su comunidad autónoma, apoyándose en que deberían elegir mejor a sus políticos...no sé si el enérgumeno este se da cuenta de que esto se podría aplicar a todas las autonomías de España, y que sería hasta demasiado fácil aplicarlo a los propios mallorquines, que tantos años llevamos con un gobierno que ya casi nos ha malvendido enteros para salvarse ellos; por supuesto, todos tenemos derecho a elegir las ofertas que nos interesen, aunque las venda el propio Acebes con cofia, pero dejar de comprar algo deliberadamente como hace este cenutrio, que se perjudica sobre todo a sí mismo, comprando sucedáneos que no le gustan demasiado a los mayores explotadores de su propia comunidad y andando por ahí con una ridícula lista kilométrica a ver qué es catalán y qué no lo es, tardando tres o cuatro horas en hacer la compra por ser un "mallorquín de bien"...este que se vaya a la Selva Negra, que me busco otra provincia y así termino de pasar vergüenza, barruntando qué clase de burros integrales abundan por estos lares.

Hay cosas de los catalanes que no me gustan, como esa pretendida superioridad que exhiben algunos sobre valencianos y mallorquines, pero no dejamos de ser familia, en el fondo. Todos compartimos una cultura común, y a muchos nos sorprende y entristece ver el odio que se nos profesa desde algunos sectores, que me estoy temiendo que no sean tan pocos como se asegura. No dejo de pensar que quiénes creen que todos los catalanes son merecedores de un boicot y de cualquier otra cosa, porque en su comunidad, debido a factores diversos,-no los citaré, no me fío de ninguna fuente interesada y por tanto, no puedo citar nada , me baso en la simple lógica- se fueron a acumular las industrias y la riqueza, pueden llegar a pensar eso mismo de vascos, baleares y valencianos. No parece que distingan mucho, la verdad.

Otras cosas de los catalanes sí me gustan: la TV3, que política aparte, ha emitido siempre muy buenas series y programas culturales, Mercé Rodoreda, la crema catalana, Quim Monzó, Serrat y otros cantautores etc., o el hecho mismo de que sigan existiendo y sean como son, no creo que España fuera la misma sin ellos, igual que no quiero la desaparición de ninguna provincia, por mucho que algunos intransigentes no catalanes nos vengan a criticar a nuestra propia tierra y a decirnos que si somos raros y cerrados, sólo porque no somos como ellos o que crean que aprender también nuestras costumbres y nuestro idioma, sin menoscabar las suyas, es algo que no tiene utilidad práctica fuera de aquí y que por tanto, es algo incómodo que debería desaparecer, y así estarían exactamente igual de cómodos que en su provincia... nadie piensa en que es saber más, y no pierden, sino que ganan.
A lo mejor algún día percibirán ese matiz, o el hecho de que si una región va mal, las causas hay que buscarlas antes dentro que fuera, ojalá los mallorquines hubiéramos sido más autocríticos y menos pasotas, por no tener no tenemos ni fama, apenas; o es que nadie se ha dado cuenta de que no salimos en ninguna parodia y que faltamos en el poema sobre provincias de Miguel Hernández, no creo que ni podamos ya ser millones de ofendidos porque lo que diga el Carod, que parece que sólo viviese y opinase él en Cataluña.

A mí los catalanes no me asustan, los que sí me dan miedo son los que han promovido todo esto y no dudarán en promover lo que sea: sepan los catalanes que seguiré comprando lo que me dé la gana, sin mirar su procedencia, atendiendo a otros motivos más terrenos, como la relación calidad-precio.

Bones festes, catalans :)