lunes, 18 de julio de 2005

ERNOLD SAME



Ernold same awoke from the same dream
In the same bed
At the same time
Looked in the same mirror
Made the same frown
And felt the same way as he did every day
Then ernold same caught the same train
At the same station
Sat in the same seat
With the same nasty stain
Next to same old what’s-his-name
On his way to the same place
With the same name
To do the same thing
Again and again and again
Poor old ernold same
Oh, ernold same
His world stays the same
Today will always be tomorrow
Poor old ernold same
He’s getting that feeling once again
Nothing will change tomorrow

BLUR, a quiénes echo tanto de menos en todo hilo musical, en el bus, en coches ajenos.

Van pasando las semanas, me voy acostumbrando a todos los días igual, echarme agotada en el sofá y encender la tele para ser testigo de todo tipo de aprendizajes veraniegos, desde famosos de medio pelo bailando hip-hop a los nuevos triunfitos made in Telebingo: entre lamentables elecciones musicales, gorgoritos y discusiones, divago a gusto sobre lo que me haya deparado la jornada, mientras pienso como me las voy a arreglar para volver a escribir posts en serio. Porque tiene que haber un modo.

A pesar de que sigo ignorando a la camarera de guardia, habiendo cambiado mi ruta de entrada y salida por otra que encima me va mejor -es más fácil atravesar un silencioso bar medio vacío que una animada cocina y un comedor lleno de clientes- y sencillamente paso de saludarla, ella se toma también esto a mal, y lejos de dejarme en paz, esta tarde ha estado viniendo aposta primero acompañada de su compañera rubita, que me decía "Hola" un poco asustada -le he respondido, pues ya la saludaba antes y ella no me ha hecho nada- y más tarde ella sola, metiéndose en todos los baños y dando portazos para incomodarme; ahora, si esto es todo lo que va a hacer, que siga la burra esta con sus tonterías, que ya le llamarán la atención. No creo que vean con buenos ojos que varíe su sistema de trabajo por intentar fastidiar a un compañero de otro departamento, de un rango superior al suyo, además; si ser rara significa ser distinta a semejante cúmulo de rabia absurda y ciega, bienvenido sea ser extravagante, estrafalario, singular y lo que haga falta.

Por lo demás, las cosas van bien: voy conociendo a los compañeros, me he puesto al día en una labor que me había sido encomendada y se me va a enseñar otra, los jefes siguen siendo extrañamente respetuosos y hasta me han dicho que la hija del dueño tiene que esperar como todo el mundo. Quizá sean de otro planeta...lástima de horarios y que el trabajo sea tan rutinario que crea que me voy a marear debido a los continuos dejà vu*.

Como primera anécdota para referir, he de confesar que un avispado señor inglés se aprovechó de mi natural cortesía para practicar un exhibicionismo del todo innecesario según mi punto de vista, afortunadamente de entornado automático ante situaciones adversas: sólo pude ver algo colgando de lejos. A pesar de sentirme como agredida, me consolé pensando que quizá pagaran un plus por una previsible colección de estampas inolvidables...>__<

Hoy ha querido que otra vez fuera a llamar a la puerta del baño turco, con el pretexto de avisarle, seguramente para salir otra vez a saludarme sin toalla. Como era demasiado violento negarme así por las buenas y no digamos ya si se me ocurría exponer mis sospechas, he tenido una de mis brillantes ideas de bombero, he dado unos golpes y he salido pitando. Hora y media se ha pasado ahí dentro el abuelo de la Gran Bretaña creyendo que volvería, pero he pasado. Justo cuando empezaba a tener remordimientos por retorcida y malpensada, pensando que se me había muerto, ha salido de improviso del baño dichoso, vivo, al vapor y en su punto.

Gracias a Michael y a Tow por el apoyo, aunque espero que si ocurriese algo grave, sólo deseo que al menos me quede la cara como antes.


*¿Hay algún francés en la sala? :P

**Añado un pequeño detalle: al día siguiente, el técnico que me había dicho que no le gritara, habló conmigo y me dijo que no quería que pensara que él se metía conmigo, le dije que ya sabía ella muy bien quién era, pero que no pensaba pasar más por la cocina, de todos modos. Me dijo que si ella me decía algo, le dijera yo otra cosa, pero no quiero entrar en esa clase de juego, sin embargo, parece que entro en otro aún más peliagudo...veremos.

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