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Empresarios mallorquines quieren comprar a Franco

Diario de Mallorca, domingo 27 de marzo de 2005

Sección "Boulevard", en la contraportada.

MATÍAS VALLÉS

"Poner cara de Semana Santa" es un modismo creado para explicar los rostros de nazareno de Vicente Grande y Mateo Alemany, al abandonar el pasado miércoles a mediodía el despacho del notario, y también consejero mallorquinista, Alvaro Delgado Truyols. Si esto no es un calvario, se le parece muchísimo. Suerte que no pueden descenderse dos categorías a la vez. Dudo que Bartolomé Cursach empalidezca a menudo, pero la expresión "cera del Corpus" se ideó para el blanco inmaculado de su semblante, cuando se le descerrajó la pregunta "¿Te imaginas si el Mallorca desciende, contigo de máximo accionista?" Tembló, aunque quizás le estoy añadiendo unos gramos de literatura. Asensio y su sucesor eran pésimos, pero sin ellos nos vamos a la división que merecemos. Sin resurrección a la vista.

En cambio, un ramillete de empresarios mallorquines ha decidido resucitar a Franco. In effigie, cuando menos. Mientras los franquistas madrileños se limitan a lloriquear la pérdida del jinete dictador, se ha desatado una auténtica puja entre hombres de negocios del Llevant y el Nord de Mallorca -donde se homenajea a Tejero, según desvelamos en esta sección con documentos gráficos-, que desean comprar la estatua ecuestre y traerla a la isla. Podríamos hablarles de los célebres hoteleros de Manacor, pero nos ceñiremos al salmantino Manuel Hernández, un emprendedor radicado en Pollença y Alcúdia desde hace 33 años. "No sé lo que van a pedir, pero intentaré comprarla. Quiero instalarla en una finca que tengo en Muro, donde podrá ser visitada, como un atractivo para turistas".

-¿Es usted franquista?

-Soy franquista, y no me da vergüenza decirlo. Valoro lo que hizo Franco, y fue fundamental en lo que tenemos ahora.

-Franco fue un dictador.

-Yo estuve bien con él*. Aunque cometió errores, los actuales también. Yo respeto a quienes mandan ahora, y quiero que me respeten a mí.

-¿Ha recibido apoyos para sufragar la compra de la estatua?

-Prefiero adquirirla yo solo, pero he encontrado mucha gente dispuesta a colaborar. Te quedas asombrado al ver la cantidad de personas que aprecian a Franco y están ocultas. Si todos salieran a la luz,...

¿Se imaginan los sudores, si el Parlament tuviera que votar la apertura al público de un museo franquista al aire libre? Entonces sabríamos si las cenas de diputados con el brazo en alto son sólo una broma. Quienes anularon la recepción de Canal 33 por un simple documental sobre la Guerra Civil, tendrían un problema de conciencia, o de vergüenza. Entretanto, nos quedamos con los dilemas nacionalistas. Es bastante probable que IB3 -cuyas siglas responden en principio a Illes Balears, aunque Inverosímil y Banal sean más apropiadas- no hubiera emitido el concierto en el Auditòrium de Salvem la Real. En cambio, el acto fue programado por Televisión Española que, como su propio nombre indica, está vinculada a España. Entonces, los hispanoespañoles se irritan con la marca que los define, que es la tabla de salvación de sus rivales, alérgicos a la hispanidad. Desanúdelo, si puede.

Una cosa va llevando a la otra y, ya que me piden la opinión, aprecio en Jiménez Losantos a un divertido humorista, encargado de contarle al Poder lo que nadie se atreve, aunque sea mentira -hasta él ha renunciado a ETA como candidata al 11-M-. El problema surge cuando sus seguidores se lo toman en serio, sin reconocer sus chistes como tales, y entonces te recorre un escalofrío. Recuerdo lo que me dijo Arturo Pérez-Reverte, para justificarme una aparición en su programa -innecesariamente, porque yo lo escuchaba-, "Es de extrema derecha, pero es inteligente". La conciliación de lo irreconciliable. Se acercó más Javier Tusell, al definirme su "maoísmo de ultraderechas".

El correo electrónico de un amigo redondea la olla política, "por fin los franquistas disfrazados de liberales salen del armario". Las distinciones están claras hasta que tienes que llamar izquierdista a María Teresa Fernández de la Vogue la cual, para amarrarse al cargo, juraría que Javi Navarro puso los codos para defenderse. La izquierda se ha especializado en alcanzar el poder utilizando los resortes que más tarde desprecia. Cómo explicar por ejemplo que el fiscal general del PSOE, Cándido Conde-Pumpido, haya renovado al simpático Luzón en el Tribunal Supremo, ante el silencio de los corderos progres. Y por cierto, cuando la vicepresidenta radicada en Mallorca asegura que nunca soñó con alcanzar ese rango, puedo asegurarles que su estupor viene compartido por todos los que la hemos entrevistado, tal que su seguro servidor. Y antes de que me agiten el sambenito misógino, les contrapondré a Mandalena Alvarez. Por eso no ocupa la vicepresidencia que le estaba destinada.

En el universo vegetal que habitamos, se nos plantea la célebre pregunta tramposa -"¿Ha dejado usted de traficar con drogas? Responda sí o no"-. Hay que zafarse de los capciosos. Por ejemplo, cuando anulan la boda de la venezolana que casó con un mallorquín para obtener la nacionalidad española. No entiendo la lógica de la novia. Casarse con un mallorquín -no con ese mallorquín en concreto, sino con los mallorquines que conozco- y ser encima español me parece la superposición de dos suplicios, un rasgo admirable en la mujer que se atreve a conjurarlos simultáneamente. Quién desearía instalarse en una isla en crisis, cuyos habitantes no saben de dónde saldrá el próximo todoterreno.** 
Schiavo significa esclavo, y Terri Schiavo ha conocido la esclavitud de la persona amada, víctima de un exceso de amor por parte de quienes consideran inadmisible el rechazo a sus afectos.

Reflexión dominical metodológica: "Una causa no puede ser defendida con métodos que la hagan indigna de ser defendida". 

*Eso, YO estuve bien. Creo que no es necesario decir más.

**¿Para cuándo la camiseta?


Hace poco, descubrí casualmente que soy la sobrina-bisnieta de uno de los fundadores de Izquierda Republicana de Mallorca y que éste fue fusilado junto con otros dos colaboradores de la causa y el último alcalde republicano de Palma, Emili Darder: aparte de eso, descubrí que hay una persona haciendo un trabajo de investigación pueblo a pueblo sobre todo lo acaecido en la Guerra Civil, sucesos sobre los que sigue pesando un inquietante silencio, y que no recibe ayuda de las instituciones, precisamente.
Este familiar mío, un tanto lejano, tenía una calle dedicada en el pueblo, pero ésta fue cambiada, al serles restituidos sus nombres originales a todas las vías de la villa, es decir los que tenían antes de la Guerra; es algo que me parece justo, y así entiendo yo la retirada de la Estatua de Franco: él impuso todos esos símbolos por la fuerza, y sinceramente, con dejar uno de recuerdo basta, por ejemplo, el Valle de los Caídos donde la familia de Franco se dedica a hacerse reportajes con fotos en suplementos, a hacerse los chulos y a quejarse del trato recibido, cuando en otro país al menos habrían sido desterrados implacablemente. Y espero que haya una placa explicando a quiénes obligaron a construirlo y por qué razones.
Y a los que dicen que hay que respetar la historia, si tanto fuera así, pues habría que haber conservado enteros todos los monumentos construidos desde los egipcios, y todos sabemos que esto no es así, que por la erosión del tiempo, por descuido o por necesidad, sólo conservamos algunos. Sólo faltaría que por conservar la mansión del Comendador Fulano tuvieras que vivir en una casa que se cae a pedazos, por ejemplo.

Tampoco lo justificaría como arte, puesto que al parecer esas estatuas se hacían en serie, porque hay una igual en Santander, por ejemplo, además de lo feas que son. En realidad, en esta cuestión me muestro muy de acuerdo con mi padre y con una chica que salió en televisión; ambos opinaban que ningún político merecía una estatua. Que las estatuas para gente como Pasteur o Ramón Llull, que hicieron algo por las personas.

Según el reportaje sobre los embargos a particulares en el Franquismo que describían en el semanario valenciano “El Temps”, alguien se quedó con las cosas de mi tío abuelo, y no dejo de preguntarme si alguna de esas pertenencias sería algo que se podría leer, o fotos suyas. Al parecer era un rico comerciante hijo de uno de los colaboradores del contrabandista March, igual que mi tatarabuelo, antes de la guerra este tenía una fortuna que dilapidó en pleitos diversos, y lo que quedó, mi abuelo no supo conservarlo, por lo que mi madre siempre tuvo la sensación de ser miembro de una familia importante venida a menos: sus padres fueron de los que se hicieron falangistas despreocupadamente , por obtener privilegios o estar a buenas con el cura, el maestro y la Benemérita, supongo…o quizá esa decisión fue más bien impulsada por puro y simple miedo; al parecer, mi abuelo materno fue a ver a su primo a la cárcel en Palma, y le salió un eczema porque no pudo soportar la tensión de saber que iban a matarle al día siguiente, y que él no lo supiese, aunque imagino que sí debió intuirlo: según un artículo que leí el otro día sobre Emili Darder en el mismo Diario de Mallorca, sí lo debía saber, puesto que en las cartas que envió éste a su familia hablaba sobre el tema, tanto él como sus compañeros debían ser conscientes de la posibilidad de que les ejecutaran.

Naturalmente, informé a mis padres de esto, especialmente a mi madre: mi padre dijo que esto tenía que olvidarse, que cuando él era pequeño en el pueblo intentaban “volver a convivir”, cosa que a mí no me parece bien, porque es imposible olvidar según que ofensas, es inhumano pedir que se perdonen ciertas cosas, así que les puse un ejemplo extremo: “Imagínate que tu vecino te violó durante la guerra, ¿se supone que tienes que saludarle como si nada?”…entonces mi padre dijo que no me pasara, que tampoco era eso, pero yo le dije que no fuera iluso, que eso es lo que sucede en todas las guerras, hay gente que las aprovecha para beneficiarse a la chica que siempre le ha parecido atractiva sin su consentimiento, para llevarse lo que no podía ser suyo de otro modo, para quitar de en medio al que no le cae bien, etc.; a esto no respondió nada, y mi madre dijo “Bueno, a ese no tienes que saludarle, entonces.”

A mí esto de olvidar cosas tan graves no me convence: una cosa es una discusión normal y corriente por motivos económicos o sentimentales y otra que mataran a tu abuelo, por ejemplo; además si fueron tus parientes los que fastidiaron a alguien y sus descendientes te hacen la vida imposible, y tú no tienes ni idea de lo que está pasando, ello puede causarte no pocos problemas, y en un entorno reducido, es muy fácil que los odios y las rencillas pasen de padres a hijos; pueden ocurrir cosas como que se le diga a un niño que no juegue con este o con el otro, porque es hijo o nieto de tal o cual. Es muy difícil saber lo que ocurre en cada casa, y por el bien de todos, debería haber un lugar en el que la gente pudiera saber de sus antepasados sin cortapisas, si eran falangistas, si eran rojos, si eran templarios o si estaban todos peleados porque unos eran de aquí y de allí. A mí me interesa, y estoy segura de que a otras personas también.

De un tiempo a esta parte , mi sospecha de que a mi familia y a mí, -por lo vulnerables que somos económica y socialmente, a diferencia de nuestros parientes- nos han estado haciendo pagar cosas en las que no tuvimos nada que ver está creciendo por momentos. No sé muy bien como podría saber más, pero creo que debería indagar, ahora que tengo un punto de partida, quizá es sobre el republicano fusilado sobre el que se oculta información y no sobre esa abuela coqueta que tanto se me parecía.