lunes, 15 de marzo de 2004

LLAMADME ROJA


"Voy a hacer apología de Giordano Bruno." 
El estudiante de filosofía amigo de mi hermano, tras saludarme, dirigiéndose a la barra. Atención a este tipo porque por lo menos llega a tertuliano televisivo...**

Este fue uno de los sábados noche más extraños que recuerde, lleno de reencuentros con personajes inolvidables como aquel Pocholo autóctono que otra vez me dijo que mis ojos eran fantásticos y que las estrellas tenían envidia de ellos...yo que le creía tendido en algún lavabo o recluido en una clínica de desintoxicación, mi primo el vividor, ese viejo amigo treintañero de mi amiga del pueblo que cada vez más canoso y ojeroso habla absolutamente con todas las chicas disponibles, e incluso un cuarentón que me preguntó si quería un chicle. No deja de ser halagador que la confundan a una con una Lolita al filo de los treinta, me imagino que serían los pantalones hippies mil rayas de pana, engañan mucho :P

Por otro lado, mi amiga estuvo callada durante toda la cena, puesto que su incorregible fanatismo pepero, una postura postiza heredada de su familia y carente de todo argumento, le impedía ver la realidad y no se atrevió a mirarnos mal a mí y a la otra cuando nos pronunciamos sobre el tema. Sé que no que me queda más remedio que aceptarla tal como es, pero sinceramente, me estoy empezando a cansar de soportar según qué opiniones sin fundamento y encima impuestas con miradas asesinas y voz a punto de convertirse en un grito...ayer estaba dispuesta a destrozarla, harta de su postura cerril en tantos asuntos vitales, pero como se la veía crispada ya por haber pasado toda la semana siendo testigo de como las gaviotas volaban cada vez más bajo hasta estrellarse en la ignominia, lo dejé estar. Además no bebí apenas y estuve pensando en el pub, sin bailar, ni siquiera presté atención la última hora, cuando empezaron a poner heavy; pusieron algo de AC/DC que no era el clásico "Highway to hell", pero no logré entender el estribillo.

Esta tarde he votado a las seis y media, tras un par de melancólicos paseos dominicales en pijama por el salón, sin resaca pero con cierto falso presentimiento de que volverían a ganar ellos, los opresores del pueblo, los mentirosos y los causantes indirectos de una catástrofe humana sin precedentes, amén de otras fechorías cometidas durante estos ocho años de arrogancia fascista...esta tarde me he alegrado de verdad. Me sentía bastante pesimista al respecto, ya que sólo conozco dos tipos de votantes del PP, los pijos que les votan por representar sus intereses y los que les votan sin saber lo que hacen, por filias injustificables desde un punto de vista racional, ya que no hay nada más tonto que un obrero de derechas, me temo.

Aunque yo voté más rojo aún, me siento feliz.

*Arriba parias de la tierra, en pie famélica legión...la camarada Xisca se aleja cantando por una calle soleada...

**Añadido 12 de febrero de 2015. Pobre Pere March, menudo destino le reservaba...


No hay comentarios: