domingo, 25 de enero de 2004

ANARROSEANDO


Olvidaba que este disco siempre me pone de buen humor...entre "Rape me" y mi canción favorita, "Frances Farmer will have her revenge on Seattle" ya han conseguido animarme. Ojalá hubiera tenido este disco sonando ayer, ya que Bisbal y acólitos solo consiguieron ennegrecer aún más mi percepción del mundo durante la ruta habitual salpicada de Bailey´s y ay ay ay, el buenazo indeciso aparentemente bien acompañado: daría mi testimonio sobre ello más su correspondiente análisis, pero me hicieron dar media vuelta enseguida y no tuve tiempo ni de ver a los Falleros de Cabronia, sólo sé que estaban allí con un par de rubias porque me lo dijo ella.

Pero eso también me da igual, esos dos ya no me preocupan demasiado. A pesar de ser consciente de que las cosas no son tan negras y que sólo sería ese día, ayer me sentía fatal y no tenía ganas de nada; y eso que nuestra nueva amiga malagueña tuvo el detalle de regalarnos a ambas una muestra de 212 de Carolina Herrera* de la perfumería, aparte de acabarnos un poquito de vino dulce de su ciudad que le había sobrado. Creo que ese fue el mejor momento de la noche, además del fin de fiesta con Highway to Hell de AC/DC en el único pub de está ciudad de zombis que abre hasta las siete.

Y mientras tanto, mi futuro laboral se espesa: resulta que mi madre se ha ido a hablar con la parte mi familia paterna y conocidos que trabajan en la biblioteca sin consultarme, y esta mañana me despierta porque quiere que llame a mi prima y que "le diga algo", extremo al que me he negado, porque no pienso obligar a nadie a contratarme bajo ningún pretexto. Si en efecto, han visto mi exiguo curriculum y aún me quieren llamar para la entrevista que me llamen porque quieren hacerlo, pero nunca más por ser la sobrina de, que de eso ya hemos tenido suficiente...por cierto, el trabajo es de media jornada, lo que significaría mucho menos dinero y no sé si me compensa. Al final me veo otra vez en una recepción y santas pascuas, va a ser la única manera de que me paguen algo decente, aunque una vez más me desaparezca el verano, que es quizá la mejor época de lugar tan gris y temible como lovecraftiano empedrado de intenciones viscosas a partir del primer frío.

Con que pusieran un café literario o similar antes de que me aposte en una esquina con un cartel mendigando una conversación mediana y contertulios un poco versados en algo, lo que sea, me conformaba**. Ayer estuvimos en la capital de la isla por la mañana -sí, creo que llevaba sin dormir desde el viernes- con mi amiga, que quería unas botas; y estuve pensando si no sería suficiente con trasladarse a la misma, hasta miré de reojo el Gotham en una de las travesías de Olmos, a ver si veía frikis apostados en la puerta, si bien era demasiado pronto.

Eso sí a las rebajas les saqué el paraguas de mi vida, amor a primera vista: negro, estampado con calaveras y tibias, casualmente el mismo que la novia medio gótica de mi hermano, puesto que es un producto en serie de Pimky, para más señas. No me sentía así desde mi primer paraguas, uno de gatitos rojos y azules que combinaba a la perfección con aquel impermeable rojo, las botas de goma del mismo color y las manos azules, esperando a que mamá saliera de la reunión con los otros maestros durante horas que parecían siglos...los días de lluvia siempre me traen este recuerdo. Confieso que en los VIPS diversos que he visitado miré disimuladamente a unos paraguas muy coloridos que había por allí, con la secreta esperanza de reencontrar aquel estampado, sé que Agata, por ejemplo, sería muy capaz, si es que no ponía los gatos verdes y rosas directamente, y se quedaba tan pancha.

Mañana será otro día espero que más positivo, supongo que según aquella canción de la Velvet tan bonita One day I feel so happy/one day I feel so sad, mañana toca un poco de la primera opción. O si no, algo haremos para que sea así.

*Referencia exclusiva para el Departamento Socialista de Fenómenos Paranormales.

**La idea no fue mía, es un sarcasmo proveniente de una amiga que ahora vive en Barcelona y que tiene aún peor opinión que yo de esta roca y la profundidad del pensamiento de una parte importante de su población. Y eso que sólo había venido a visitar a sus padres.

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