miércoles, 20 de agosto de 2003

WHAT'S THE NAME OF THE GAME



Conforme se acerca el final de la temporada, me voy entristeciendo pensando que una vez más, justo cuando he conseguido hacer eso tan difícil que es adaptarme a un nuevo entorno, van y realquilan los apartamentos a su legítimo dueño. No sé a qué podrá deberse que el intervalo de tiempo sea siempre el mismo, pero he ido observando que cada tres años mi vida cambia de algún modo...quizá haya leído demasiados artículos sobre la sincronicidad en la Más Allá.

Siempre he sido consciente de que se trataba de una situación forzosamente provisional, pero me estremece ver como se aproxima la despedida de forma inexorable y me inquieta dónde vaya a parar en definitiva, si tan sólo unos metros más allá, al hotel al que ahora voy a buscar papeles porque en nuestro chalet de Pin y Pon lo único electrónico que hay es una vetusta calculadora registradora, o si a otros apartamentos en los que tendré todo lo que ahora me falta, pero quizá esté en un ambiente más frío y solitario.

Pienso que dada mi experiencia, seré enviada a la segunda opción, puesto que estoy acostumbrada a trabajar sola y allí necesitan gente. Además, significaría una especie de ascenso, puesto que aprendería cosas nuevas, como pasar reservas y facturas, y el trabajo sería más de verdad, por así decirlo; nada de horas muertas leyendo libros y escribiendo cartas kilométricas o cenando tranquilamente durante tres cuartos, se acabaron los paseítos al hotel y las charlas con las otras recepcionistas. Ya no se me irán más los ojos detrás de nuestro quesito holandés particular y su mirada de azul relámpago para el descojone generalizado ni se me irá la cabeza escuchando lánguidas cancioncillas en el casete mirando las buganvilias de la pared de enfrente.

Creo que recordaré estos tres años como casi paradisíacos, a pesar de los habituales momentos oscuros debidos a mis retorcidos procesos mentales de siempre o de todas las veces que he tenido que ser botones y camarera por la falta de los mismos, sin olvidar el primer año en el que aún estábamos bajo el yugo de la Reina Negra, que fue destronada por su propia avaricia y su infinita soberbia...pero esa es otra historia, a la que cualquier día dedicaremos un post.


No me ha sido comunicado directamente, pero observo sutiles indicios de que Algo pasa con Xisca: a la propuesta que me hicieron hace unas semanas para ir a trabajar por un día a los apartamentos se le añade el hecho de que hoy, por primera vez en la Historia, se ha requerido mi ayuda en el hotel, al haber un compañero enfermo. Me he pasado una horita allí con nuestro jefe de recepción, cambiando dinero a niñitos ingleses desatendidos por sus borrachuzos padres que se divertían con las máquinas de pinball y chucherías, dando llaves, disfrutando del aire acondicionado que falta en el horno de la bruja de Hansel y Gretel en el que me tuesto cada día y escuchando los comentarios y piropos a las chicas de este ladies man que tenemos por superior. Si el año pasado se atrevió a soltarme que estaba maciza, este año sólo me ha insinuado que si estás verde, alzando las cejas con esa sonrisilla de villano a lo Kevin Spacey, y al final me ha regalado una chocolatina y me ha puesto la mano en el hombro, diciéndome "Gracias jefa". Espero que esto no sea interpretado como acoso por nadie porque no lo es, sencillamente es un coqueto, bastante casado por cierto, y punto, no me siento amenazada ni nada por el estilo*...mis sospechas van por otro lado.

El caso es que esta tarde me ha parecido que se confía en mí más de lo que creía, y por otro lado, él fue quién me disuadió de que fuera a los otros apartamentos por un día, diciéndome que no tenía demasiado sentido, que ya iré el año que viene. A ver si estaré siendo tironeada por dos lados para inclinarme por un puesto u otro...no creo que me lo dejen decidir a mí. En fin, ya veremos. Es algo en lo que no quiero pensar más hasta la aparición de nuevas pistas.

Va a hacerme falta valor para relatar lo sucedido este sábado: la sección de Holiday Romance presenta cielos oscuros y encapotados...no sólo me costó aceptar que muy probablemente no volveré a ver al rubito maravilloso sino que tuve que enfrentarme a una burla tan absurda como cruel, orquestada por el moreno cabrón no tan lánguido y su pija figurín de los cojones. Una no espera que la pillen desprevenida tras cuatro martinis, y se pongan a representar una comedia inútil a medio metro de sus narices, bien aposta, besándose y achuchándose en un intento de fastidiar o dar envidia o no sé, elijan ustedes, mientras tu amiga, visiblemente alarmada, te dice "!!baila¡¡ !!baila¡¡"...pensé en marcharme, pero no les quise dar ese gusto, se tuvieron que largar ellos, ante la falta de reacción alguna.

No lo entiendo. No sé qué le pasa a este tío, pero creo que estas faltas de respeto sobran; si le esperé aquel día fue por saber si todavía nos hablábamos o no, no por nada más, por evitar una situación violenta. No le voy detrás ni mucho menos. No sé si le saludaré la próxima vez que le vea, no quisiera incomodar al interés de mi amiga, que es un tipo hasta demasiado amable, ya que el impresentable este es nada menos que su mejor amigo. Lo que es ella, me ha dicho que ni le vamos a mirar a la cara, está más indignada que yo y todo...a mí lo que me gustaría es contestarle y que sepa que ha hecho el tonto y que ha causado más vergüenza ajena que otra cosa.

Si la rubia imbécil esta considera que es suyo, bien, que se lo quede, no sé quién será el perro en esa "relación" :P...pero el día que se encapriche de otra me compro unas palomitas y me siento a ver cómo se le descompone el gesto**.

Así y todo, molesta por este ultraje de baratillo, me ha conmovido sobremanera el descubrimiento casual de la preciosa Caravan of love de The Housemartins, algo que me ha alegrado la tarde. Ya la pusieron el otro día y me pareció maravillosa, me encantan los juegos de voces. Soul tenía que ser.


*18 de abril de 2015. Por favor, CLARO que ES acoso, fue acoso, sexual, laboral, de todo. Así de normalizado está, cuántas seguirán considerándolo igual, intentando justificar, disculpar, pensar que no está pasando nada mientras se sienten cada vez más inquietas y se niegan a ver la realidad. Y encima se estarían riendo de mí, ya pensarían en despedirme, llego a saber cómo me tratarían y como mínimo, paso mucho más de currar. 

**Se casaron el año pasado. Creo que es la misma, vaya...pero ya no importa, eran unos cabrones del montón. Creo que me reconocerían en el super hace poco, pero no creo que tengamos nada que hablar, la verdad.


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