domingo, 1 de noviembre de 2009

CARRIE, ERES UNA BUENA PERSONA




Siempre que vuelvo a verte ahí en el escenario, sonriendo con tu maravilloso pelo rubio y tu tiara y tus pecas y tu ramo de rosas, segundos antes de que te caiga encima el cubo de sangre puesto por el par de nulidades mentales de turno, me digo lo mismo: no puede acabar así, no es justo, no, de ninguna manera; si yo hubiera estado ahí contigo, eso no hubiera pasado. Las cosas hubieran sido muy distintas, amiga.

¿Y sabes por qué, Carrie White? porque no te valoras como es debido, aunque no es culpa tuya; nunca deja de apenarme que una chica tan gentil e inocente, con esa bondad intrínseca que te caracteriza –excepto cuando se te va la pinza, que una es buena, pero no gilipollas- sea capaz de obviar todas esas humillaciones y trastadas varias, sin cuestionar ni por un momento el sospechoso gesto de la guay de la clase, que te presta a su novio como si tú fueras su obra de caridad particular y no siquiera su compañera, mucho menos su amiga y nunca en una relación al mismo nivel, sabiendo que cuando se apaguen las luces y se termine la música, ella volverá a ser la reina del baile y tú volverás al infierno que conoces como hogar, a que te encierren bajo las escaleras por la primera tontería que se le ocurra a la fundamentalista de tu madre. Lo de los cubiertos le está bien empleado, quizá lo único que aún tiene un pase, aunque se mereciese acabar en un psiquiátrico comida de mierda con empleados crueles y mal pagados.

Por otro lado, me gustaría haber sido tu amiga y haberte aconsejado mejor que esa panda de pueblerinos con mala conciencia y cero aprecio y respeto por ti y tu circunstancia, que para ellos se arregla todo dejándote ir a una fiesta de wannabes de todo como hay tantas; te hubiera explicado lo de la regla y otras cosas, todas son más sencillas de lo que parecen. Hubiéramos podido usar esas habilidades tuyas de forma que por ejemplo, ese par de imbéciles que se creen con derecho a hacerte la vida imposible para mitigar sus miserias y su pobre concepto de sí mismos, hubieran sufrido un inexplicable accidente de coche o hubieran sido decapitados por algún elemento del gimnasio, a la presumida esa que va alquilando al tonto de su novio a pobrecitas para darse pisto en plan “soy un pilar de la comunidad ”, se le hubiera podido quemar un poquito la cara y el pelo en clase de Química para que por fin tuviera oportunidad de ver más allá de las apariencias y a todos esos profesores que pasan de ti les hubiésemos dado algún que otro sustito, más que merecido, nada grave, un coche ardiendo o un dedo de menos siempre impresiona.

En cuanto a tu madre, sería tan fácil como atraer un asistente social a tu casa y que la confinen tirando la llave a una fosa abisal; luego, a vivir del estado un par de añitos, usando de forma racional tus dones para conseguir todo lo que desees, incluso haciéndole algún favor a quién consideres, porqué no.
Espero haberte servido de ayuda y que comprendas que a veces las buenas personas tenemos que dar un empujoncito a los que no terminan de asimilar lo importante que es respetar a los demás, sobre todo cuando son mejores que ellos por sí mismos y no por tener un grupito de borregos alrededor que les consiente y les protege casi desde que su madre sale del hospital con ellos en brazos.

Ahora ya lo sabes Carrie, se puede ser inteligente, racional, modesto, amable, simpático, ayudar a los demás de forma sincera y verdaderamente desprendida, pero a la hora de ser firmes con quiénes lo necesitan de forma urgente, no se deben escatimar esfuerzos y no por ello la película va a ser menos entretenida, aunque no lo sea para los mismos de siempre.

De nada, mujer. Entre amigas hay que apoyarse. Cuídate, un beso, y no dudes en llamarme si tienes alguna duda.



No hay comentarios: